Una buena tierra, que constituye la base de un jardín sano, rara vez se encuentra de forma natural y es necesario crearla. Una de las mejores formas de mejorar la fertilidad y consistencia del suelo existente es hacer su propio abono.
Casi todos los suelos nativos son deficientes en nutrientes y estructura (condición física), y la mayoría son demasiado arcillosos, rocosos, magros o arenosos, lo que resulta en un ambiente menos que ideal para el crecimiento de las plantas.
Mejorar el suelo con compost y otras sustancias ricas en nutrientes como estiércol de ganado o lombrices mejorará la estructura, textura, aireación y capacidad del suelo para retener agua.
También ayuda con el control de la erosión, el equilibrio del pH y el desarrollo saludable de las raíces.
¿QUÉ ES EL COMPOST?
En su forma cruda, el compost se compone de material marrón a base de carbono, como hojas muertas y ramas pequeñas, y material verde a base de nitrógeno, como recortes de césped, tamaños de plantas frescas y restos de hierbas de cocina.
El compostaje es el proceso de transformación de esta materia prima por descomposición con la ayuda de insectos, lombrices y microorganismos beneficiosos (bacterias y hongos) en un material similar al suelo, rico en nutrientes, que se añade al ya existente. suelo.
EL PROCESO DE COMPOSTAJE
El compostaje puede ser tan sencillo como dejar que un montón de restos de plantas se descomponga por sí solo, lo que se denomina compostaje pasivo o en frío. Sin embargo, esto puede tardar hasta un año o más, con resultados inconsistentes.
El compostaje activo o en caliente acelera la descomposición al introducir oxígeno (girando la pila), agregar humedad y proporcionar la proporción correcta de carbono a nitrógeno. Esto permite que los microorganismos hagan su trabajo de manera más eficiente y aumenta la temperatura central a 49-71 grados Celsius, acelerando el proceso de "cocción" de la pila. Al emplear estas tácticas, el compostaje se puede lograr en tan solo 1 a 3 meses.
¿CÓMO HACER ABONO?
- Descomponer: corte o triture el material vegetal en trozos pequeños para aumentar la superficie, lo que permite que los microorganismos lo digieran más rápidamente.
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Capa: Coloque primero varios centímetros de ramitas o paja para asegurar el drenaje y la aireación en la parte inferior. Alterne capas de materiales marrones (carbono) y verdes (nitrógeno) uno encima del otro, como un plato de lasaña, para que los materiales se distribuyan uniformemente y sean fácilmente accesibles para los microorganismos.
Termine con una capa superior de material marrón para ayudar a reducir los olores no deseados.
Llene un contenedor de abono pequeño tanto como sea posible o cree una pila de tres pies de profundidad. -
Añadir un activador: Aunque no es necesario, se pueden añadir activadores para iniciar la descomposición.
Los activadores naturales incluyen estiércol de pollo, hojas de consuelda, recortes de césped y malezas frescas (sin semillas). Otros activadores o arrancadores se fabrican comercialmente y están disponibles en línea. -
Agregue humedad: riegue la pila lo suficiente para humedecerla, luego repita ocasionalmente si no llueve con regularidad. Demasiada agua puede empapar la pila y enfriar la temperatura central, retardando la descomposición.
Una cantidad insuficiente de agua puede retardar o detener por completo la descomposición. La consistencia debe ser similar a la de una esponja húmeda escurrida. Para comprobar el contenido de humedad, toma un puñado de abono y exprímelo. Si sale agua, la pila está demasiado mojada. Si no hay gotas, la pila está demasiado seca.
Unas pocas gotas al exprimirlas indican que el contenido de humedad es el adecuado. - Cubierta: Coloque lonas, láminas de plástico o madera sobre una pila abierta para retener el calor y la humedad.
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Airear: Voltear el compost cada 1 a 3 semanas con un tenedor o girar si tienes tambor.
Este también es un buen momento para agregar más agua si es necesario para garantizar que todas las partes de la pila permanezcan húmedas. - Neutralizar los olores: Añade cal o calcio si es necesario para repeler las moscas y neutralizar los olores. Si el compost desarrolla olor a amoníaco, agregue más materiales ricos en carbono, como hojas secas o paja.
- Controle la temperatura: La temperatura interna de la pila se puede controlar con un termómetro de compost.
LOS BENEFICIOS AMBIENTALES DEL COMPOST
Dado que los desechos de cocina y alimentos representan hasta un tercio de todos los desechos domésticos, el compostaje es una excelente manera de reducir sus desechos, así como su huella de carbono.
Cuando la materia orgánica termina en los vertederos, carece de las condiciones necesarias para una descomposición óptima, creando en el proceso gas metano nocivo que contribuye al calentamiento global y al cambio climático.
Los contenedores de compost de la encimera de la cocina facilitan el almacenamiento de los desechos antes de agregarlos al contenedor o a la pila de compost.
NO COMPOSTE ESTO
- Los desechos de animales carnívoros, incluidos perros y gatos, pueden contener parásitos y bacterias peligrosos que son difíciles de eliminar con los métodos tradicionales de compostaje.
- Los desechos de carne, huesos y pescado se descomponen lentamente. También pueden atraer plagas y provocar olores desagradables.
- El aceite, grasa o grasa de cocina se descompone lentamente y atrae plagas, además de provocar olores.
- Los trozos de madera grandes se descomponen con demasiada lentitud.
- La madera tratada a presión o los durmientes de ferrocarril contienen productos químicos nocivos.
- Se debe omitir el material vegetal, como recortes de césped, que hayan sido tratados con pesticidas o fertilizantes químicos. Es importante producir abono orgánico limpio, especialmente si cultivas alimentos, para no exponerte a productos químicos que pueden ser peligrosos para tu salud.
- Mantenga alejadas las semillas de plantas invasoras, como las algas y los arbustos de mariposas, así como las semillas de malezas, que pueden germinar si el abono no alcanza una temperatura lo suficientemente alta durante un período de tiempo suficiente. Se necesitan 30 días a 60 grados centígrados para matar la mayoría de las semillas de malezas.
- No introduzca restos de plantas enfermas, ya que los patógenos pueden permanecer vivos en el abono terminado y propagarse a las plantas sanas del jardín.
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