Diez pasos para iniciar un huerto orgánico

10 Étapes pour lancer un Jardin Biologique

La creciente conciencia sobre los efectos nocivos de los fertilizantes y pesticidas sintéticos está llevando a muchos jardineros a recurrir a la jardinería orgánica.
Este tipo de jardinería es más respetuosa con el medio ambiente y favorece la salud de las plantas.

¿Qué es la jardinería orgánica?

La jardinería orgánica es un enfoque holístico de la jardinería que utiliza soluciones naturales para mejorar el suelo, fertilizantes y controlar plagas y enfermedades.
Este método de jardinería cultiva un ecosistema sostenible que nutre plantas, insectos beneficiosos y microorganismos del suelo.
Se evitan remedios sintéticos que puedan ser perjudiciales para el hombre, los animales y el medio ambiente.
Los métodos de jardinería orgánicos son más respetuosos con el medio ambiente y sostenibles que los métodos no orgánicos.

🌿 Beneficios de la jardinería orgánica

  • Seguridad: Crea un ambiente saludable para humanos y animales.
  • Salud del suelo: Mejora la estructura del suelo y reduce el consumo de agua.
  • Alimentos saludables: Produce alimentos más sanos y sabrosos.
  • Bienestar: Genera beneficios físicos y mentales a través de la actividad física regular en el jardín.

      🌼 10 consejos para iniciar un huerto orgánico

      1. Mejorar la salud del suelo
      2. Utilice compostaje
      3. Fertiliser las soles
      4. Utilice el método de acolchado
      5. Combatir las plagas de forma natural
      6. Seleccione semillas y plantas orgánicas.
      7. Practica la rotación de cultivos
      8. Combina culturas compatibles
      9. Aprovecha los insectos beneficiosos
      10. Evite fertilizantes, pesticidas y herbicidas sintéticos.

      1. Mejorar la salud del suelo

      El suelo no es sólo un medio de cultivo sino un ecosistema vivo y rico. Para hacerlo más fértil y mejorar su capacidad de retención de agua, es fundamental incluir materiales orgánicos como compost, estiércol envejecido o incluso hojas muertas y paja.
      Estos elementos alimentan a los microorganismos beneficiosos del suelo que, a su vez, mejoran la estructura del suelo y ayudan a las plantas a absorber mejor los nutrientes.
      En primer lugar, evalúe la textura y composición de su suelo para saber exactamente qué agregar.
      También se recomienda realizar una prueba de pH para ajustar la acidez o alcalinidad del suelo de forma natural, con por ejemplo cal para reducir la acidez o sulfato de hierro para 'aumentar'.

      2. Utilice compostaje

      El compostaje transforma los residuos orgánicos en una rica enmienda que mejora la fertilidad y la aireación del suelo.
      Puede hacer abono con restos de cocina, desechos del jardín, como hojas y recortes de césped, e incluso papel o cartón.
      El vermicompostaje, que implica el uso de lombrices rojas, es un excelente método para acelerar este proceso y obtener un compost de mayor calidad.
      Este compost enriquece el suelo con microorganismos beneficiosos y nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas.

      Encuentre más información sobre cómo hacer y aplicar abono .

      3. Fertiliser las soles

      Las plantas necesitan diversos nutrientes para crecer, como nitrógeno, fósforo y potasio.
      Los fertilizantes orgánicos, disponibles en forma seca o líquida, aportan estos nutrientes de forma equilibrada y suave.
      Los fertilizantes secos, como la harina de semillas de algodón o la harina de huesos, se incorporan al suelo en el momento de la siembra.
      Los fertilizantes líquidos, como la emulsión de pescado o el extracto de algas marinas, se utilizan durante la temporada de crecimiento para una acción rápida.
      Antes de aplicar estos productos, es fundamentalprobar el suelo para identificar deficiencias específicas y ajustar la ingesta de nutrientes en consecuencia.

      Encuentre más información sobre fertilizantes orgánicos para jardín .

      4. Utilice el método Mulching

      El acolchado es esencial para mantener la humedad del suelo, reducir las malas hierbas y proteger las raíces de las plantas.
      Utilice materiales orgánicos como corteza triturada, paja u hojas muertas que enriquecen el suelo a medida que se descomponen.
      El mantillo inorgánico, al igual que la grava, también se puede utilizar por motivos estéticos o para mejorar el drenaje.

      Obtenga más información sobre el acolchado .

      5. Combatir las plagas de forma natural

      En lugar de recurrir a pesticidas químicos, opta por soluciones naturales para controlar las plagas. Identificar correctamente la plaga es el primer paso; entonces,utiliza métodos biológicos como:

      • El tamaño de las partes infectadas.
      • Usar rociadores de agua para desalojar insectos
      • La introducción de depredadores naturales como las mariquitas.

      Las barreras físicas, como las cubiertas de hileras,también pueden ser eficaces para proteger los cultivos.
      Después de identificar correctamente la plaga a la que se dirige, se pueden utilizar varios métodos orgánicos, que incluyen:

      • Poda selectiva: Corta las zonas afectadas de las plantas y tíralas a la basura.
      • Agua: Rocíe suavemente las plantas con agua para expulsar las plagas.
      • Atraiga insectos beneficiosos: Reclute depredadores naturales como crisopas, mariquitas y avispas parásitas para ayudar a controlar las plagas.
      • Productos orgánicos: Utilice productos como tierra de diatomeas, aceite hortícola, jabones insecticidas, trampas para insectos o remedios caseros como aerosoles de ajo o chile.
      • Barreras: las cubiertas de hileras se pueden colocar sobre camas elevadas o hileras de vegetales para mantener a raya las plagas.
      • Variedades de plantas resistentes a plagas: Algunas plantas son más resistentes a las plagas que otras; Incluya estas variedades en su jardín.
      • Mantenga las plantas sanas: Las plantas que están sanas son más resistentes a las plagas.


        6. Seleccione semillas y plantas orgánicas

        La elección de semillas y plantas orgánicas certificadas garantiza que no hayan estado expuestas a pesticidas ni a modificaciones genéticas no deseadas.
        Estas semillas cumplen estrictos estándares de producción libres de químicos, lo que es mejor para tu salud y la del medio ambiente.
        Aunque suelen ser más caras, representan una inversión en la calidad de su jardín.

        7. Practica la rotación de cultivos

        La rotación de cultivos es una práctica antigua que:

        • Previene el agotamiento de los nutrientes del suelo.
        • Reduce la acumulación de plagas y enfermedades. 
        • Mejora la fertilidad del suelo.

        Por ejemplo, no plante vegetales de la misma familia botánica en el mismo lugar más que cada dos años.
        También ayuda a romper los ciclos de vida de las plagas y a utilizar las propiedades naturales de las plantas, como las leguminosas fijadoras de nitrógeno, beneficiosas para cultivos posteriores.

        8. Combina culturas compatibles

        La asociación de cultivos es una técnica que consiste en plantar juntas especies que se apoyan entre sí para:

        • Control de plagas
        • Mejorando la polinización
        • Maximizar la utilización del espacio

        Por ejemplo, las caléndulas repelen ciertos insectos dañinos y las zanahorias se benefician de la proximidad de las cebollas que repelen las moscas de la zanahoria.

        Obtenga más información sobre la combinación de cultivos.

        9. Aprovecha los insectos beneficiosos

        Fomentar la presencia de insectos beneficiosos como las abejas para la polinización y las mariquitas para el control de los pulgones puede reducir la necesidad de intervenciones químicas.
        Crear un hábitat favorable para estos insectos, por ejemplo plantando flores que les gusten o proporcionándoles fuentes de agua, contribuye a un jardín equilibrado y saludable.

        Obtenga más información sobre los insectos beneficiosos

        10. Evite fertilizantes, pesticidas y herbicidas sintéticos. 

        Los productos químicos sintéticos pueden tener efectos a largo plazo en la salud de los suelos y de los organismos vivos que residen en ellos, incluidos los humanos y las mascotas.
        El uso de métodos de control de plagas y fertilización natural y orgánica ayuda a mantener un medio ambiente saludable y sostenible.
        Algunos de los efectos nocivos de los remedios sintéticos incluyen:

        • Los pesticidas químicos pueden ser perjudiciales para los insectos beneficiosos
        • Los fertilizantes sintéticos tienen más probabilidades de quemar las raíces de las plantas.
        • Los fertilizantes sintéticos también pueden crear una acumulación de sales en el suelo, lo que puede obstaculizar el crecimiento de las plantas.
        • Los microbios beneficiosos pueden verse afectados negativamente, alterando el ecosistema del suelo.
        • Los remedios sintéticos pueden acumularse en el suelo y filtrarse a fuentes de agua subterránea.
        • Las mascotas y la vida silvestre pueden enfermarse o morir por exposición a químicos tóxicos
        • Los fertilizantes y pesticidas químicos contribuyen a las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
        • Algunos herbicidas químicos pueden causar cáncer u otras enfermedades en humanos.
        • Los productos químicos sintéticos pueden ser tóxicos si se utilizan en cultivos comestibles

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